Tramadol UE

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Entender el Tramadol: Un analgésico que marca la diferencia

El tramadol es un potente analgésico que los médicos recetan para ayudar a las personas a controlar el dolor de moderado a intenso. No es un analgésico más; es único porque actúa de dos formas distintas.

En primer lugar, al igual que otros analgésicos potentes, interactúa con las sustancias químicas analgésicas naturales del cerebro. Se adhiere a unos puntos específicos del cerebro llamados receptores, bloqueando las señales de dolor que viajan al cerebro. Esta acción ayuda a reducir la sensación de dolor.

En segundo lugar, el tramadol aumenta los niveles de serotonina y norepinefrina, dos sustancias químicas esenciales de nuestro cerebro. La serotonina contribuye a mejorar el estado de ánimo, mientras que la norepinefrina ayuda al organismo a responder al estrés y al dolor. Esta doble acción especial confiere al Tramadol una ventaja en el alivio del dolor y puede hacer que las personas se sientan mejor en general.

Cuando tomas Tramadol, empieza a actuar rápidamente para aliviar el dolor. Suele estar totalmente activo al cabo de una hora y sigue aliviando el dolor durante varias horas. Sin embargo, los tiempos exactos pueden variar de una persona a otra debido a las diferencias en la química corporal.

El tramadol se presenta en diferentes formas. Puede adquirirse en comprimidos de liberación inmediata, que proporcionan un alivio rápido del dolor, o en comprimidos de liberación prolongada, que alivian el dolor a lo largo del tiempo. La dosis adecuada varía en función de la edad de la persona, el tipo de dolor y el estado general de salud. Es fundamental que tomes Tramadol tal y como te lo haya recetado el médico para garantizar su seguridad y eficacia.

Como todos los medicamentos, el Tramadol puede producir efectos secundarios. Algunas personas pueden sentir mareos, náuseas o sequedad de boca. En raras ocasiones, puede haber efectos secundarios más graves, por lo que es crucial que te mantengas en contacto con tu médico e informes de cualquier síntoma inusual.

El uso prolongado de Tramadol podría provocar dependencia, lo que significa que tu cuerpo podría empezar a necesitar el medicamento para funcionar con normalidad. Si dejas de tomarlo bruscamente, puedes experimentar síntomas de abstinencia como inquietud e insomnio. Por lo tanto, si necesitas dejar de tomar Tramadol, tu médico te orientará sobre cómo hacerlo de forma gradual y segura.

 

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Tramadol es un analgésico opiáceo sintético que se utiliza para aliviar el dolor de moderado a intenso. Se distingue dentro de la familia de los opiáceos por su doble mecanismo de acción. El tramadol se une al receptor μ-opioide, al igual que otros opioides, pero también bloquea la recaptación de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, potenciando así sus efectos. Este examen en profundidad abarcará las características químicas del Tramadol, sus mecanismos de acción, farmacocinética, sus variadas formas, pautas de dosificación, posibles efectos secundarios y posibles problemas relacionados con la dependencia y la abstinencia.

Características químicas:

El tramadol, químicamente conocido como clorhidrato de (±)cis-2-[(dimetilamino)metil]-1-(3-metoxifenil)ciclohexanol, es un polvo cristalino blanco, inodoro y de sabor amargo. Es fácilmente soluble en agua y etanol, y tiene un pKa de 9,41. El peso molecular del clorhidrato de Tramadol es 299,8. Es un compuesto racémico, lo que significa que contiene dos isómeros con proporciones iguales de dos enantiómeros.

El tramadol fue sintetizado por primera vez en 1962 por la empresa farmacéutica alemana Grünenthal GmbH como posible analgésico. Se introdujo en el mercado a finales de la década de 1970 y, desde entonces, se ha convertido en un medicamento comúnmente recetado para el tratamiento del dolor en todo el mundo. El hecho de que el tramadol sea un opiáceo sintético lo diferencia de los opiáceos naturales, como la morfina o la codeína, derivados de la adormidera.

Mecanismo de acción:

El mecanismo de acción característico del tramadol es lo que lo diferencia de otros opiáceos. En primer lugar, se une a los receptores μ-opioides del cerebro, imitando las endorfinas, sustancias químicas naturales que alivian el dolor. Esta unión reduce la percepción del dolor al bloquear la transmisión de señales dolorosas al cerebro.

En segundo lugar, el Tramadol también influye en los niveles de determinados neurotransmisores, concretamente la serotonina y la norepinefrina, dentro de la sinapsis nerviosa. Inhibe su recaptación, lo que aumenta su disponibilidad. El aumento de los niveles de serotonina ayuda a regular el estado de ánimo, mientras que el aumento de los niveles de norepinefrina puede contribuir a la respuesta del organismo al dolor y al estrés. Esta doble acción puede mejorar el alivio del dolor y tener efectos antidepresivos leves.

Farmacocinética:

Tras su administración oral, el Tramadol se absorbe rápidamente y casi en su totalidad. Los efectos analgésicos se manifiestan en aproximadamente una hora, con un efecto máximo a las dos o tres horas. El Tramadol sufre metabolismo hepático, y tiene una semivida de eliminación de aproximadamente seis a siete horas, aunque esto puede verse afectado por factores como la edad, la función hepática, la función renal y las diferencias metabólicas individuales.

El Tramadol es metabolizado principalmente por las enzimas hepáticas CYP2D6 y CYP3A4. Cabe destacar que la actividad del CYP2D6 puede variar mucho de una persona a otra debido a diferencias genéticas, lo que puede dar lugar a respuestas variables al Tramadol. Algunas personas son "metabolizadores pobres", lo que significa que pueden experimentar menos alivio del dolor, mientras que los "metabolizadores ultrarrápidos" pueden tener metabolitos más activos, lo que provoca un aumento de los efectos secundarios o de la toxicidad.

Formas y dosificación:

El tramadol está disponible en varias formas, como comprimidos de liberación inmediata, comprimidos de liberación prolongada y cápsulas. La elección de la formulación depende de la naturaleza del dolor (agudo o crónico), el inicio y la duración deseados del alivio del dolor y las características individuales del paciente.

La dosis de Tramadol varía en función del nivel de dolor del paciente, su respuesta al medicamento y sus circunstancias individuales. Sin embargo, para adultos y adolescentes mayores de 16 años, la dosis inicial habitual de comprimidos de liberación inmediata es de 50-100 mg cada 4-6 horas según sea necesario para el dolor, sin superar los 400 mg en un día.

En el caso de los comprimidos de liberación prolongada, la dosis inicial habitual para adultos es de 100 mg una vez al día, incrementándose gradualmente en 100 mg cada 5 días, pero sin superar los 300 mg/día. Los intervalos de dosificación para la formulación de liberación prolongada no deben ser inferiores a 24 horas.

Es esencial tener en cuenta que este medicamento sólo debe utilizarse bajo la supervisión de un profesional sanitario. Las dosis mencionadas son orientativas, y las dosis reales deben ser determinadas por un profesional médico en función de las necesidades individuales del paciente.

Efectos secundarios:

El tramadol, como todos los medicamentos, puede tener efectos secundarios. Los efectos secundarios más frecuentes son náuseas, mareos, sequedad de boca, indigestión, dolor abdominal, vértigo, vómitos, estreñimiento, dolor de cabeza y somnolencia. Muchos de estos efectos secundarios son similares a los de otros opioides y a menudo pueden controlarse con medicamentos adicionales o ajustando la dosis.

También se han notificado efectos secundarios más graves, como depresión respiratoria y convulsiones. El tramadol también puede provocar un síndrome serotoninérgico, una afección potencialmente mortal que puede causar síntomas como agitación, alucinaciones, taquicardia, fiebre, rigidez muscular y pérdida de coordinación.

Potencial de dependencia y abstinencia:

El uso prolongado de Tramadol puede provocar dependencia, que se caracteriza por una necesidad física o psicológica de seguir tomando el medicamento. La dependencia puede dar lugar a síntomas de abstinencia cuando se interrumpe bruscamente la medicación. Los síntomas de abstinencia pueden incluir inquietud, dolor muscular y óseo, insomnio, diarrea, vómitos, sofocos con piel de gallina y movimientos involuntarios de las piernas.

La dependencia y el síndrome de abstinencia pueden controlarse reduciendo gradualmente la dosis de Tramadol bajo la supervisión de un profesional sanitario. También es importante tener en cuenta que la adicción, caracterizada por un comportamiento compulsivo de búsqueda de drogas, es diferente de la dependencia y es menos frecuente con el uso terapéutico de opioides.

De forma concluyente, el Tramadol ofrece un potente alivio del dolor a muchos pacientes que padecen dolores de moderados a intensos. Proporciona un mecanismo de acción dual único para un tratamiento más completo del dolor. Sin embargo, debe utilizarse con prudencia y bajo la supervisión de un profesional sanitario, debido a la posibilidad de efectos secundarios y dependencia. Como ocurre con todos los medicamentos, deben sopesarse los beneficios frente a los riesgos, centrándose en mejorar la calidad de vida del paciente y minimizando los posibles daños.

DOSIFICACIÓN

Centrafarm 50mg, Sandoz 100mg, TRAVEX ONE 150mg, Mylan 200mg

TAMAÑO DEL ENVASE

30 Tablets, 50 Tablets, 100 Tablets, 200 Tablets, 30 Capsules, 50 Capsules, 100 Capsules, 200 Capsules, 60 Tablets, 120 Tablets, 240 Tablets, 420 Tablets

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